Cuántas veces tienes que escuchar al cabo del día que el sistema va lento, que se me cuelga todo, que así no se puede trabajar, que el pedido lo hemos enviado tarde porque el informático no encuentra el problema, que hemos vendido algo con el precio antiguo porque no tenemos la información compartida con nuestros comerciales remotos… y día tras día, como si tú no tuvieras ya suficientes cosas en las que pensar.

Tú lo que necesitas oír es que estáis al día con los pedidos, que la gente es mucho más productiva, que tus comerciales pueden trabajar desde cualquier sitio y con la misma información que el resto de empleados, que la inversión en informática no es otro dolor de cabeza ni una sorpresa.